El libro secreto de los árboles
“El libro secreto de los árboles” está escrito con el lenguaje más puro y salvaje y, aunque su escrita es una suerte de código encriptado, podemos advertir que su relato trata sobre la naturaleza identitaria, sobre cómo lo natural es irrepetible e inigualable.
La corteza más superficial del Abedul del Himalaya, -de carácter escamosa y compuesta por numerosas capas finas- se nos presenta en la naturaleza como una suerte de libro oculto e íntimo. El instinto o como si de un impulso incontrolable se tratase, nos incita a abrirlas y descubrir las hojas de su singular corteza para desvelar sus páginas escritas. La acción nos muestra un lenguaje propio del que desconocemos su verdadero significado. Se trata del lenguaje de las lenticelas. Técnicamente su función es respiratoria, de sustento alimenticio para el paso de gases y oxígeno al tronco. Visualmente, como si de pecas o lunares se tratasen, forman una especie de código a modo de escritura, marcado en todas las capas de la corteza, de la misma forma que lo hacen nuestras huellas dactilares en los dedos o los lunares en la piel, definiéndonos como únicos y singulares. Como dice John Fowles en su ensayo “El árbol”, la naturaleza o la propia vida no puede ser experimentada por medio de otra persona u de otro árbol. Fowles no habla de la naturaleza como un lugar en el que recrearse sino como un lugar en el que ser. Como el pulso de la vida o como instinto salvaje, la naturaleza se encuentra dentro de nosotros mismos.
Este proyecto está compuesto por un vídeo-libro, un registro videográfico de esa acción incontrolable, y por un volumen, la encuadernación de esas hojas en un libro.